Conocimos a Gabriela en julio del 2014 durante una visita a Pica Piedra. Allí observamos que los niños trabajan duro para lograr sobrevivir. Pero esto no debe ser preocupación de los niños.
Nuestra primera visita a Pica Piedra
Decidimos recoger y donar regalos para nuestra misión de diciembre de 2013. Estábamos encantados de recoger regalos para 100 niños. Queríamos ayudar a los niños a celebrar la Navidad con regalos, además de entregar útiles escolares.
Aprendimos sobre Pica Piedra y pensamos que este era el lugar perfecto para traer sonrisas a los niños tantos como nos fuera posible. Pica Piedra es un lugar donde los niños trabajan cincelando piedras en un esfuerzo para ayudar a mantener a sus familias.
Y es donde conocimos a Gabriela y escuchamos su historia.
Historia de Gabriela
Nos enteramos que Gabriela trabajaba en Pica Piedra porque ella no podía pagar para asistir a la escuela. Ella tenia 13 años de edad entonces. Ella vivía con su abuela y su hermana porque su mamá y su papá les abandonó.
Ese año, una familia de mi iglesia local de Houston viajó conmigo a Guatemala. Conocieron a Gabriela y se enamoraron. Una vez que regresamos del viaje de la misión, la familia me dijo que sentían de parte de Dios proveer para la educación de Gabriela.
Ahora, 2 años después, Gabriela sigue inscrita en la escuela gracias a la generosidad mensual de esta familia. Así que en lugar de trabajar, Gabriela asiste a la escuela.
Generosidad cambiando la vida de niños
Como resultado de regar la voz, 2 nuevas familias se ofrecieron a patrocinar a 3 niños nuevos.
Al observar el interés de patrocinar a niños, nos comprometidos a cambiar la vida de los niños a través de patrocinios.
La historia de Gabriela nos ha inspirado a crecer nuestro impacto. Presenciando el cambio que el patrocinio ha causado en su vida, estamos más motivados que nunca para continuar y crecer esta iniciativa.
¿Consideraría cambiar la vida de un niño con su generosidad?